domingo, 30 de octubre de 2016

Fotografía y mito. Transformación de Imágenes Fotográficas en Iconos Generacionales

Le Baiser de l’Hotel de Ville de Robert Doisneau, tomada en 1950 es uno de los grandes iconos de la fotografía del siglo XX. Se convirtió en el símbolo parisino, reflejando el concepto de ciudad del amor que representa París y del romanticismo de esa época. Esta fotografía y muchas más, están expuestas en “Robert Doisneau, la belleza de lo cotidiano”, en la Fundación Canal desde el 5 de octubre de 2016
hasta el 8 de enero de 2017

La historia que se convirtió en leyenda

La agencia Rapho decidió contratar a Rober Doisneau para la realización de un reportaje sobre el amor en París tras terminar la Segunda Guerra Mundial, el cual fue publicado en la revista Life.  Se trataba de un encargo que corría mucha prisa, y esa fue la única premisa que se le dio al fotógrafo. El proyecto que Doisneau realizó consistía en multitud de imágenes que mostraban a diferentes parejas de enamorados demostrándose su cariño. Muchas de las fotografías parecían y fueron preparadas, sin embargo, Le Baiser parecía una instantánea tomada en el momento justo y apropiado, captado desde una terraza de la rue de Rivoli, frente al Ayuntamiento. La sensación de movimiento que provocan los coches, junto al ambiente aparentemente ruidoso que la instantánea provoca, la pareja se muestra congelada, detenida en el tiempo, como si éste se hubiese parado por ellos.

Esta fotografía se volvió icono del romanticismo y de la ciudad de París por esto mismo, por representar el amor de forma tan casual y contundente, tal y como es el sentimiento. Se ha puesto mucho en duda la espontaneidad de esta fotografía, en concreto, en 1993, con la Ley sobre Derechos de Propiedad de la Propia Imagen, el autor se vio obligado a confesar que contrató a dos actores, estudiantes de arte dramático para posar en esta fotografía. El motivo fue que diferentes parejas denunciaron a Doisneau diciendo que eran los protagonistas de aquella icónica foto, y exigiéndole altísimas sumas de dinero.

Así fue como la magia de esta fotografía desapareció, una fotografía perfecta: tomada en el momento adecuado, poniendo el foco en los personajes más importantes de aquel escenario y en el lugar más oportuno y significativo. Pero, lo que no se ha perdido es esa simbología. Le Baiser sigue representando el espíritu parisino, sigue siendo un icono del amor en aquella época, un hito de la fotografía del siglo XX que ha pasado de generación en generación inamo. Le Baiser y la historia que hay detrás de esta fotografía, ya se ha convertido en un mito.

jueves, 27 de octubre de 2016

¿Los universitarios están con la cultura?

En los tiempos que corren la cultura se ha vuelto imprescindible en la vida de las personas. Las actividades culturales a las que hoy todos tenemos acceso consiguen sacarnos de la rutina de las clases y el trabajo. En esta ocasión, mi equipo y yo, hemos realizado un estudio sobre varios aspectos del consumo cultural que hacen los estudiantes universitarios. Para ello, hemos encuestado a más de cien estudiantes de diferentes universidades madrileñas. Qué tipo de cultura les gusta más consumir a los universitarios, o en qué compañía lo hacen, son algunas de las preguntas a las que hemos dado respuesta.

Los jóvenes estudiantes madrileños consumen mucha televisión, casi la mitad de los encuestados afirmaban que ver una serie en el salón de su casa es “uno de los pequeños placeres del día después de una jornada de clases”. El cine es el otro titán a los que los estudiantes acuden, y por el que más de uno se pierde alguna clase. Con un 21% queda en la segunda posición en cuanto a preferencias, por encima del arte, la lectura, el teatro y otras actividades.

Estos datos van ligados a la localización de dichas actividades culturales. El 36% de los jóvenes afirmaban que ven la televisión en su casa (series, programas de entretenimiento, etc.); seguido del 31% que acude al cine o al teatro (la mayoría se referían al cine al responder esta pregunta).

Otra de las preguntas que nos hemos hecho es, ¿con qué frecuencia realizan actividades culturales los universitarios? Y, hemos descubierto que, la actividad que menos realizan los universitarios es ir al teatro, seguido de visitar exposiciones en museos. 


Lo curioso es que, ir al cine, se encuentra entre las actividades menos realizadas, dato que nos da que pensar que los universitarios de hoy en día no apuestan por la cultura. 

La actividad que los estudiantes realizan a diario o casi a diario es algo que pueden hacer desde casa o en el metro: leer.





Pero, ¿por qué los estudiantes se decantan por unas actividades o por otras? La oferta cultural es bastante amplia, pero, los universitarios consideran que hay más variedad de libros, y que el teatro también tiene una oferta interesante.

Pero, si los libros y el teatro son consideradas las actividades culturales con mejor oferta, ¿por qué tienen un porcentaje tan bajo de consumo? 


El motivo es bastante simple: los universitarios se dedican a estudiar, es decir, la mayoría no trabaja, y, por lo tanto, no tiene dinero. El 45% de nuestros encuestados gastan entre 10€ y 25€ al mes en cultura, es decir, una cifra bastante baja que se alcanza con ir un par de veces al cine o comprar un libro. Sólo el 9% gasta más de 35€ al año, y coincide con que se trataba de estudiantes que se dedicaban a carreras con muchas lecturas y a que su hobby favorito es la lectura. 


Resulta interesante ver cómo el 73% de los encuestados realizan actividades culturales por ocio, frente al 27% que lo hace por trabajo o estudios. Es por este motivo por el que hay muy poca gente que gaste más que la media en cultura. 

Ligado con todo esto, otro factor a tener en cuenta es el tipo de compañía con la que los universitarios realizan estas actividades culturales. En nuestro estudio no hay ninguna opción que sobresalga. Los estudiantes prefieres ir con amigos o en pareja, y, con un 21% realizar actividades solos. Es evidente pues, que este porcentaje que prefiere la soledad es el mismo que gasta más dinero y realiza las actividades en su tiempo libre (lectura).


Y para finalizar, nos hemos preguntado, ¿cómo se informan los universitarios de hoy en día sobre los eventos culturales de su ciudad? Teniendo en cuenta que Madrid es muy cosmopolita, la cantidad de actividades culturales es muy amplia y variada, y los canales informativos van acorde a ellas. Con un 23% han destacado la prensa, las redes sociales y la publicidad (televisiva, carteles en las marquesinas de los autobuses o en el metro, etc.).

Para concluir, decir que esta encuesta nos ha servido para comprobar como los universitarios están muy poco culturizados, y que sólo unos grupos muy definidos se interesan por la cultura e invierten en ella como método de aprendizaje y madurez. 

jueves, 20 de octubre de 2016

La conquista invisible del cine español

Desde George Méliès el cine ha evolucionado a pasos agigantados. Los efectos especiales que permiten las nuevas tecnologías, y el crecimiento de la necesidad de la gente por entretenerse, han hecho que el séptimo arte se convierta en la segunda industria de consumo cultural más potente del mundo.

En España, durante los últimos años se han exhibido hasta 1.629 largometrajes (2013) casi 100 más que en 2010. Pero, ¿cuántas de estas películas son de producción española? Resulta que el cine español tiene mucho que envidiarle al extranjero, puesto que produce bastantes menos películas en proporción. El dato lo deja claro: durante ese mismo año, en 2013, sólo 384 de las totales exhibidas eran españolas.

Pero el cine extranjero no sólo saca al mercado más películas, sino que además obtiene un mayor número de espectador. De los últimos años, es en 2010 cuando más espectadores acudieron a las salas de cine, siendo un total de 101’6 millones. 88’7 fueron espectadores de películas extranjeras, mientras que el 12’9 restante acudieron a ver cine español. Es evidente que estos datos van ligados a la cantidad de producción de películas, cuantas más films produzcas y exhibas, más espectadores tienes.

Lo mismo ocurre con la recaudación anual de dichas películas. En 2011 se recaudó 635’8 millones de euros, la mayor cifra en los últimos años. Del total, 536’7 fueron recaudados por películas extranjeras.


A simple vista parece que es el cine extranjero el que triunfa y se mantiene más potente frente al cine español, incluso parece imposible destronarle, sin embargo, nuestro cine tiene más fuerza que nunca. Desde 2010 las cifras se acercan sutilmente y de forma progresiva a las del cine extranjero, lo que significa que, si esto se mantiene, es probable que en unos años veamos estas cifras y pensemos que hemos conseguido derrocar al rey de la industria cinematográfica, convirtiendo nuestro cine en el más exitoso del planeta.