Basado en:
Es cierto que a los periodistas
nos gusta hablar de la profesión como ‘El Cuarto Poder’. Nos hace sentir
importantes -o al menos a mí-, estudiar una profesión como esta, con la que podemos
investigar casos, descubrir estafas, destapar escándalos… Somos algo así como ‘los
superhéroes de la verdad’. Pero, ya desde la carrera nos desencantan de esa ‘no
realidad’. No vas a ser libre de publicar los que quieras…
A raíz de un debate académico
sobre la película Spotlight he
indagado sobre el control de los medios de comunicación, ¿quién está detrás de
todo? ¿Quién controla la verdad? Deberían ser los periodistas, autónomos
totalmente y a merced de los hechos quienes controlasen esas informaciones,
pero no es así. Empresas y bancos son los gobernantes de lo que nosotros llamamos
“libertad de información”.
Esta entrada tiene también
relación con mi anterior escrito sobre la veracidad de los medios de
comunicación, pero esta vez quiero ir más allá. Los
periódicos, las cadenas de radio y de televisión, se financian a base de
publicidad. ¿Qué ocurre cuando chocan los intereses económicos con la verdad?
Pondré un ejemplo –totalmente imaginativo-: si yo soy dueña de un periódico, y
pongo en él publicidad de la crema Nivea, y se descubre que esta crema provoca
quemaduras en la piel, ¿puede mi medio publicar semejante noticia? La respuesta
es no.
Otro ejemplo, si la mayor parte
de los lectores de mi periódico fuesen católicos, y se destapase un escándalo –como
ocurre en Spotligh- sobre pederastia
dentro de la Iglesia Católica, ¿mi medio podría publicarlo? Probablemente,
siendo la dueña, yo decidiría si perder a todos mis lectores o no, y lo más
seguro es que decidiera no publicarlo.
Empresas, bancos y otros poderes
(ideológicos o religiosos) tienen verdaderamente el control de la “libertad de información”.
No existe ese término como tal en los grandes medios de comunicación. La
televisión, la radio, los periódicos dependen económicamente de las audiencias,
los lectores y los oyentes, dependen de las grandes empresas que los patrocinen
cuando son pequeños para que se hagan grandes…
Se trata de una batalla entre
medios y medios económicos que lleva años perdiendo el periodismo. ¿Hasta qué
punto existen noticias veraces al 100%? ¿Cómo sabemos si nos están contando la
verdad, o la versión de una empresa a la que no le interesa que se saquen sus
trapos sucios? El cuarto poder hoy ha dejado de ser el periodismo para ser el
interés económico, político y religioso.
"Éramos el cuarto poder y ahora somos el cuarto de estar", escribió Joan Barril en una columna hace siglos. Estupendo trabajo, Inés.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado 😊 Y gracias por la reflexión, cuánta razón tenía Joan Barril... Y sigue teniendo.
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