lunes, 17 de abril de 2017

Resident Evil ha regresado

Parece eterno el debate que rodea al nuevo capítulo de la clásica saga de videojuegos de survival horror, Resident Evil. Algunos hasta dejan de categorizar a este nuevo juego como propio del género y lo tachan de: corto y demasiado sencillo para los fans de una saga que ha sobrevivido durante 20 años.

Era a mediados de los años noventa cuando Resident Evil comenzaba su aventura en la Mansión Spencer de la mano de Chris Redfield y Jill Valentine, dos de sus protagonistas más famosos y queridos por el público. La saga se transformó en el más preciado tesoro de la compañía Capcom –creadora también de sagas como Devil May Cry o Street Fighter–, ascendiéndola al olimpo del desarrollo de videojuegos.

Para los pocos que no conozcan o hayan oído aun hablar sobre esta saga, se trata de los videojuegos más famosos sobre apocalipsis zombie, a nivel internacional. Un virus –el Virus T– que contagia a toda la humanidad, y una organización –la Corporación Umbrella– que está detrás de él.

Y tras perder el miedo, resurgió de entre sus cenizas

Resident Evil 2, triunfó igual o incluso más que la primera entrega, y fue seguida de quizás el capítulo más famoso de la saga, gracias a Némesis, el enemigo de enemigos, la pesadilla que todos queríamos esquivar durante las horas de juego.

Una trilogía no era suficiente para Capcom, por ello se estrenaron dos títulos más: Code Veronica y Zero, lo último en survival horror para muchos de los fans, ya que con Residen Evil 4 pasábamos de un juego de supervivencia a uno de acción. Muchas armas, mucha munición, gran número de enemigos… Un giro de 180 grados que continuó con Resident Evil 5 y Resident Evil 6, donde, finalmente, la saga cayó desde el olimpo hasta estrellarse contra el piso más bajo del infierno.

Y una vez desaparecido el miedo, la tensión, los saltos, los gritos, y sobre todo, una vez desvanecida la idea de que Resident Evil no iba a volver nunca a ser lo mismo, llegó el séptimo capítulo. Una entrega muy especial que aúna todos aquellos “detalles” del pasado de la saga con las nuevas tecnologías: regresaban los escenarios oscuros, las sombras en las paredes, los ruidos a tu espalda. De repente, como salido de la nada, la saga recuperaba su esencia. Renovada, con gráficos mejores, con la “vista en primera persona” –que muchos también han criticado– con una banda sonora que pone los pelos de punta, y con una trama que no deja a nadie indiferente.

El gran debate

A pesar de que, aparentemente, la saga ha resurgido de entre sus cenizas, los fans más acérrimos siguen sacándole algunas objeciones: el juego es demasiado corto, hecho que no es discutible puesto que los hay que han completado la historia en menos de nueve horas –aunque todo depende de lo bueno que seas–; los puzles son muy sencillos, algo relativo, quizás no tengas que comerte durante horas la cabeza, ni darte tanta vueltas por los escenarios, como lo hacíamos en las primeras entregas, pero sí que nos entorpecerán mucho los enemigos la resolución de puzles, en especial la familia Baker, los “némesis” en esta entrega de los que tendremos que huir –como en Resident Evil 3–, pues no hay armas que los detengan.

La cámara en primera persona es la mayor novedad en cuanto a la jugabilidad, muchos afirman que “te sumerge aún más en los tétricos escenarios”, mientras que otros defienden que “así no estaban hechos los primeros y nos hacían pasar miedo”. Para gustos los colores, pero me veo en la obligación de defender que la nueva forma de “ver” no sólo hace que te sientas el verdadero protagonista de la pesadilla que Ethan –personaje que manejamos durante el juego– sino que te bloquea a la hora de escuchar un ruido a tus espaldas y no querer girar la cámara para ver de qué se trata.

Creo que no se trata de si es “igual” o no a los primeros, sino de si ha recuperado su carácter y su categoría de survival horror. La respuesta es un sí gigante. Una afirmativa muy clara cuando vemos gameplays en internet de jugadores que no se atreven a abrir puertas, o a girar la esquina de un pasillo.

Unos gráficos y una historia “de lujo”

Sin duda alguna, Resident Evil VII ha cumplido, en su mayoría, las expectativas, entrelazando una banda sonora inquietante y unos gráficos muy realistas con los que personajes y escenarios cobran vida y dan lugar a una historia de lo más escalofriante, al puro estilo de los comienzos de la saga.

Tu mujer te manda un video tres años después de desaparecer, acudes a su llamada a una vieja mansión de Lousiana donde más de una docena de personas se ha desvanecido en circunstancias extrañas, de repente formas parte de la familia Baker, los extraños y resistentes ¿humanos? que residen allí. ¿Estarías dispuesto a desentrañar los misterios que esas paredes encierran y salvar a tu mujer?

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